El Girona de Michel sigue atascado y ya son cuatro partidos sin ganar.
Ante el Rayo Vallecano no pudo pasar del empate pese a que dispuso de bastantes ocasiones para haber marcado, sobre todo en la segunda parte, pero al equipo de Míchel le falta el acierto que le sobraba la pasada temporada, con un caudal de goles abrumador. La baja de jugadores clave y la exigencia del calendario, con Champions incluida, le está pasando factura. El Rayo saca un punto de oro de Motilivi sin James Rodríguez en el terreno de juego. El colombiano no dispuso de ni un solo minuto.
En el arranque del partido se vio un Girona desdibujado, dando una imagen completamente diferente a la de la temporada pasada en la que era un equipo que comenzaba los partidos como si fuera el dragón de Tasmania. Al equipo de Míchel se la atragantaba la buena presión del Rayo y era incapaz de armar jugadas de ataque. Camello se infló a recuperar balones, Isi y Óscar Valentín se comían a Yangel Herrera e Iván Martín, aunque ese buen trabajo de presión no se traducía en ocasiones de peligro para los rayistas. Míchel se desesperaba desde la banda y no daba de dar indicaciones para corregir a sus jugadores, que dieron sus frutos a partir de minuto 20, cuando el Girona recuperó su estilo y se hizo dueño del partido. Generaba situaciones de peligro, pero no disfrutaba de ocasiones claras.
La lesión de Pep Chavarría a los 30 minutos obligó a Iñigo Pérez a desmontar el sistema de doble lateral que había preparado para frenar a Miguel Gutiérrez. Ratiu bajó al lateral derecho y Balliu pasó a ocupar el izquierdo.
Ese cambio precedió a la mejor ocasión de los primeros 45 minutos que dispuso Asprilla. El colombiano recibió completamente solo en el segundo palo un preciso centro de Miguel Gutiérrez. Asprilla la picó, pero la pelota se marchó por encima del marco defendido por Batalla.
La segunda parte arrancó con un doble cambio del Rayo. Iñigo Pérez dio entrada a Gumbau y a Unai López en lugar de Pedro Díaz y un extenuado Isi con el objetivo de reforzar el centro del campo, superado claramente en el segundo tramo de la primera parte.
Primer remate a puerta
El primer remate a puerta del partido llegó a los 48 minutos en un golpe franco que lanzó Tsygankov a las manos de Batalla. Fue el inicio del asedio al que el Girona sometió al Rayo, que se veía superado por la movilidad de Asprilla, Bryan Gil o Miguel Gutiérez.
La tuvo el Girona en una gran jugada combinativa con taconazo de Herrera para Asprilla y pase atrás de este a Bryan Gil para que remachara, pero se anticipó Unai López en una gran acción defensiva. Poco después volvió a intentarlo Asprilla con un durísimo disparo lejano que se estrelló en la cruceta. Hubiera sido el gol de la jornada sin lugar a dudas. El Girona metió una marcha más y el Rayo era incapaz de salir de su campo.
El gol no llegaba, pero las ocasiones cada vez era más claras. Blind metió un pase vertical a Iván Martín, que vio perfectamente como Miguel Gutiérrez se internaba entre los centrales. El remate del lateral se marchó alto por poco.
Miguel aparece por donde quiere. Al lateral izquierdo del Girona lo mismo le ves en la lado derecho, que en la posición de mediocentro, en la de mediapunta o de delantero centro. Lo de este jugador es espectacular y su aportación al juego del equipo, incalculable.
En los últimos minutos del partido se animó al Rayo con dos llegada consecutivas. Los disparos de Ratiu y Álvaro García se marcharon alto por poco. Contestó Stuani rematando alto de espuela desde cerca un gran servicio de Tsygankov. La última ocasión del partido, ya con los cinco minutos de añadido cumplidos, la tuvo Yangel Herrera, que cabeceo alto un córner