El nuevo Barça de Ronald Koeman comenzó LaLiga arrasando al Villarreal desplegando buen juego, sobrado de goles y con un Ansu Fati descomunal. Todo buenas noticias. Algo muy necesario para empezar a reconducir una nave que estaba a la deriva desde hace 44 días. El 2-8 del Bayern en Lisboa supuso un antes y un después en el club azulgrana en muchos aspectos. En este tiempo estalló una guerra interna sin cuartel en la que no hay vencedores, todos pierden. Los buenos resultados deportivos pueden tapar algunas cosas, pero el Barça es un polvorín que puede estallar en cualquier momento a poco que se tuerzan las cosas.
El show de Ansu Fati ante el Villarreal que le convierte en estrella de este Barça
Había que buscar culpables tras el infausto día de Lisboa, pero sin hacer nadie autocrítica. Implicados en esta situación hay muchos, pero todo tiene un denominador común: la mala gestión de la Directiva presidida por Jose María Bartomeu. En lo económico ha dejado sin cash las cuentas, lo que ha provocado situaciones que rozan lo ridículo en este mercado de fichajes. Y es que sin dinero no se puede fichar, no hay más. La solución puede estar en casa y más viendo la confianza con la que juega Ansu Fati. Ahí está la solución, pero no era esa la idea de los dirigentes.
El club puso a la venta a jugadores que no querían irse y al que quería irse no le dejó marchar. Ya sé que hablamos de Messi y eso son palabras mayores, pero creo que tener al mejor jugador del mundo descontento no es un buen negocio. Se va a ir gratis la próxima temporada, ni poniendo a su padre de presidente cambiaría de opinión. En lo deportivo, la Directiva no supo frenar el poder de un vestuario que ha devorado entrenadores y a algún que otro jugador. Para acabar con ese poder ha optado por una limpia con Koeman de escudo en las que todos han salido perdiendo. Se han ido Luis Suárez, que ya golea con el Atlético; Rakitic, que ya golea con el Sevilla; Arturo Vidal, Semedo y han llegado Coutinho, a quien no querían, Trincao, Pedri y parece que Dest.
Bartomeu, de todas formas, ha tenido suerte por doble motivo: Que no haya público en la grada le evita sonrojos y, sobre todo, el partidazo que hizo Ansu Fati. A falta de fichajes de renombre, qué mejor que un canterano de La Masía juegue a este nivel a sus 17 años eclipsando al mismísimo Messi. La primera media hora del 22 azulgrana fue sencillamente antológica. Incrustado en la banda izquierda del 4-2-3-1 de Koeman, el hispano-guineano marcó dos goles y provocó el penalti que materializó Messi. Un rival complicado como es el Villarreal, que se ha reforzado mucho este verano, fue convertido en un pelele a manos de un Barça con ganas de volver a reivindicar su nombre tras la escabechina que le hicieron los alemanes. Ansu Fati puede marcar una época y por él debe empezar la reconstrucción necesaria que debe hacer este equipo los próximos años.
Jordi Alba, muy mejorado con respecto a la versión de la pasada temporada, y Coutinho tuvieron dos buenas oportunidades para ampliar la renta pero respondió Asenjo con acierto. Al borde del descanso el desquiciamiento amarillo vivió un nuevo episodio al marcar Pau Torres un autogol para el 4-0. Tras el descanso Emery hizo un doble cambio dando entrada a Iborra y Trigueros para dar más firmeza en el centro del campo y evitar que el Barça se vengara de los ocho del Bayern marcándoles otros tantos.
Los cambios en el Villarreal lograron que el Barça no fuera un vendaval, pero poco más. Tuvieron el balón más en su poder y con ello restaban poder ofensivo a los de Koeman. Obligaron a intervenir a Neto, titular por el lesionado Ter Stegen, pero estaban entregados a la causa. Sólo mejoraron algo desde que salió Kubo al campo. A falta de 20 minutos, Koeman hizo debutar a Pedri y sacó a Dembélé que puede ser otro fichaje para esta temporada si se lo permiten las lesiones. Lo dicho, la solución puede estar en casa en vez de vender humo.
El partido decayó para suerte de Emery y Koeman aprovechó para que debutaran Trincao y Pjanic. Se fueron Griezmann, que sigue como la campaña pasada sin mucha participación, y Busquets. Ese cambio dejó claro que De Jong va a ganar mucho protagonismo esta temporada. Messi tuvo el quinto, pero Asenjo lo evitó con un paradón. Un aspecto más a resaltar es la portería a cero de los azulgrana. La misma defensa que fue tan criticada la campaña anterior empezó esta sin encajar goles. Lo dicho, todo buenas noticias en lo deportivo. En los demás aspectos a esta película le quedan muchas escenas por rodar.