La farmacéutica AstraZeneca sigue inmersa en la carrera de la vacuna contra el coronavirus y parece que está consiguiendo avances importantes. La compañía está trabajando con la que se ha desarrollado en la Universidad de Oxford y, si supera los ensayos, espera empezar a producirla de forma masiva en el próximo mes de septiembre.
«La compañía selló los primeros contratos de suministro de al menos 400 millones de dosis y hasta ahora se aseguró la capacidad de producción total de 1.000 millones», se lee en un comunicado que ha hecho público la empresa. AstraZeneca ampliará su alcance logístico con el fin de garantizar la entrega de una vacuna accesible a nivel mundial.
«Esta pandemia es una tragedia global y es un desafío para toda la humanidad. Necesitamos derrotar al virus juntos o continuará causando un gran sufrimiento personal y dejará cicatrices económicas y sociales duraderas en todos los países del mundo. Estamos muy orgullosos de colaborar con la Universidad de Oxford para convertir su trabajo innovador en un medicamento que se pueda producir a escala mundial», aseguró Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca.
El apoyo de EE.UU y Reino Unido
«Nos gustaría agradecer a los gobiernos de los Estados Unidos y el Reino Unido por su apoyo sustancial para acelerar el desarrollo y la producción de la vacuna. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta vacuna esté disponible de forma rápida y amplia», continuó el directivo. De hecho, AstraZeneca ha recibido este jueves una ayuda de más de 1.000 millones de dolares de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de los Estados Unidos (BARDA) para el desarrollo, producción y entrega de la vacuna, a partir de este otoño.
«Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta vacuna esté disponible de forma rápida y amplia»
El programa de desarrollo de la vacuna, denominada «AZD1222», incluye un ensayo clínico de fase III con 30.000 participantes y un ensayo pediátrico.
La fase I y II de ensayos comenzaron el mes pasado para evaluar la seguridad, inmunogenicidad y eficacia de la vacuna en más de 1.000 voluntarios sanos de entre 18 y 55 años en diferentes centros de prueba en el sur de Inglaterra. Ahora se están esperando los resultados que, de ser positivos, permitirán acceder a otras fases.