La primera lista de Luis Enrique como seleccionador de España es toda una declaración de intenciones. El técnico asturiano ha sido fiel a su carácter irreductible y ha tomado decisiones contundentes. Una de ellas responde al nombre de Jordi Alba, lateral izquierdo indiscutible del Barcelona y dueño absoluto de dicha posición en la ‘Roja’ desde la Eurocopa de 2012. Sorprende ver al jugador de Hospitalet fuera de una convocatoria internacional, pero la medida choca menos si se atiende a cómo terminó su relación con el que fuera entrenador del Barça entre 2014 y 2017.
El desencuentro entre ‘Lucho’ y Alba fue especialmente latente en el tercer y último año del preparador gijonés en el banquillo del Camp Nou. Aunque el catalán se puso las pilas a principios de temporada después de que la dirección deportiva le aumentara la competencia con el fichaje de Digne, a mediados de curso perdió protagonismo en los onces a causa de un cambio de sistema.Inspirado por su segundo, Juan Carlos Unzué, Luis Enrique pasó del clásico 4-3-3 a un 3-4-3 para intentar lo imposible contra el PSG: levantar un 4-0. Sergi Roberto confirmó la gesta en el descuento (6-1) y validó el plan de los técnicos en detrimento de Jordi Alba, que perdía su sitio en el once para ganar una pieza en la medular sin necesidad de perder un delantero.