Dormir con aire acondicionado sin dañar tu garganta

¿Es sano dormir con aire acondicionado? En principio, no parece lo más adecuado, sobre todo para el bolsillo por las cifras récord que están alcanzando las tarifas eléctricas.

Sin embargo, hay quien no puede conciliar el sueño de otra forma en las noches más cálidas del verano. La temperatura aceptable para dormir se sitúa entre 20ºC y 27ºC, de modo que  28ºC se puede considerar la cifra a partir de la cual es casi imposible lograr un descanso reparador. Para esas personas, tener ciertas molestias de garganta puede ser un tributo asumible a cambio de reposar a pierna suelta. La buena noticia es que, si usan adecuadamente el sistema de climatización, ni siquiera es necesario que sacrifiquen su bienestar.

Encender el aire acondicionado por la noche no es ni mejor ni peor que durante el día; los problemas de salud que puedan surgir dependerán de si se usa de una forma racional, ya que hay que adoptar una serie precauciones. Para empezar, en condiciones normales, tal y como señala Pedro Cabrera, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC), muchas personas -sobre todo si tienen problemas respiratorios- tienden a respirar por la boca al dormir. “Cuando están tumbadas se les congestiona más la nariz, tienen que expulsar el aire de alguna forma y abren la boca”. Esta manera de respirar hace que se seque tanto la boca como la garganta (faringe).

Dado que el aire acondicionado reseca la nariz, la tendencia a respirar por la boca durante las horas de descanso nocturno se acentúa. “Cualquier tipo de ventilación artificial, tanto la climatización fría como por bomba de calor, propicia un ambiente seco”, confirma Cabrera, quien puntualiza que “no es malísimo ni nos va a pasar nada irreversible por respirar por la boca, pero la sequedad de la garganta se nota muchísimo más”.

También hay que tener en cuenta que la noche supone un tiempo amplio de exposición a ese aire seco, mientras que durante el día lo recibimos en periodos más cortos porque cambiamos frecuentemente de ambiente y actividad: estamos en casa, en el trabajo, en un restaurante, en la calle… y no en todos esos sitios hay aire acondicionado.

Problemas de salud que puede causar el aire acondicionado

Poner el aire acondicionado sin un adecuado control puede afectar, sobre todo, a las vías respiratorias superiores. Estos son los principales problemas que ocasiona:

Garganta

Los problemas faríngeos se traducen en picor, irritación, escozor, molestias al tragar e, incluso, dolor. “Llegamos a ver la garganta más roja de lo normal porque hay sequedad de la mucosa faríngea”, precisa Cabrera. En todo caso, las faringitis que produce la climatización artificial no suelen ser muy importantes.

Laringe

Pueden surgir problemas de voz o ronquera cuando esa sequedad se extiende al resto de la vía respiratoria y llega a la laringe, causando laringitis. Cabrera recalca que los problemas de faringe por el aire acondicionado son más habituales.

Infecciones

El aumento del riesgo de infección achacable al aire acondicionado se debe a la falta de limpieza de los filtros, que acumulan microorganismos. Seguir las instrucciones de mantenimiento del fabricante limita ese peligro y garantiza un correcto enfriamiento.

Otitis y sinusitis

La sequedad del aire que fomenta el aire acondicionado y afecta a las mucosas del organismo también puede ocasionar, aunque de forma más infrecuente, otitis y sinusitis.

Consejos para evitar la irritación de garganta y otras molestias

Las pautas para evitar las molestias que ocasiona el aire acondicionado son muy sencillas y se resumen en las siguientes:

Moderación de tiempo y potencia

No es necesario encender el aire acondicionado a la máxima potencia para dormir a pierna suelta. Además, se puede programar para que se apague al cabo de un tiempo y, de este modo, evitar que esté encendido toda la noche. Asimismo, los aparatos disponen de un modo noche y otras opciones para regular el chorro de aire. En cuanto a la temperatura, se suele aconsejar no poner ponerlo a menos de 24ºC. Es recomendable que el aire no nos llegue de forma directa mientras permanecemos en la cama. La mayoría de los aparatos permiten regular la orientación de las palas por las que sale el aire.

Usar un humidificador

El empleo de un humidificador ayuda a reducir la sequedad que produce el aire acondicionado, especialmente en aquellas localidades en las que predomina el clima seco.

Hidratarse de forma adecuada

Cuando se nota la garganta seca, una buena medida para mitigar las molestias es mejorar la hidratación durante el día. Cabrera señala que se suele recomendar beber dos litros de agua diaria, “pero para algunas personas supone pasarse y para otras es quedarse corto; las necesidades de cada uno dependen del peso, el sitio en el que se esté, la actividad física, etc.”.

Limpieza regular de filtros

Es conveniente limpiar los filtros del aparato una vez al año para eliminar el polvo, polen, fibras, microorganismos y otras partículas, con el fin de prevenir alergias e infecciones.

Evitar los irritantes

Para evitar la sequedad de garganta, nada mejor que evitar el consumo de irritantes. El alcohol es uno de los más importantes, tal y como comenta el experto.