En la memoria anual de cuentas del Barça, hecha pública por el club recientemente y que refleja el crítico estado de la tesorería azulgrana, aparecen recogidos tanto los pagos que debe hacer el Barcelona esta temporada por fichajes realizados en las últimas campañas como los ingresos previstos por ventas. El informe refleja lo adeudado por el Barça a 30 de junio y se desconocen los plazos de pago de algunas de esas operaciones, pero en su global el club debe hacer frente a estas cuantías durante el presente ejercicio.
El Barça debe 730 millones de euros a corto plazo
Un capítulo desgranado y que alumbra datos elocuentes. Como por ejemplo que el Barça tiene que desembolsar cinco millones de euros en esta 20-21 rumbo al Atlético de Madrid por los derechos preferenciales surgidos después del polémico fichaje de Griezmann, justo en la temporada en la que Suárez fue prácticamente gratis al Metropolitano.
Empezando por los 126 millones cuyo pago el Barça debe afrontar a corto plazo, la nómina incluye 19 futbolistas más los citados cinco millones para el Atlético. La cifra más alta es la de Coutinho, por el que deberán abonar 29 millones al Liverpool, seguido por los 16 de Frenkie De Jong (de los 75+11 al Ajax) y de un pago de casi 10 kilos al Girondins por Malcom (que hoy milita en el Zenit, que a su vez, como se recoge más abajo, también le debe al Barça casi la misma cantidad). Completa el top 4 Trincao, fichado en enero del Sporting de Braga por 31 millones, de los cuales deberá abonar 9,6. Respecto a los dos primeros, a largo plazo las cifras se disparan con los 48 del holandés y los 40 del brasileño, unas cantidades muy altas, como la de Pjanic (explicado más abajo).
Arthur Melo es otro de los que aparecen en los dos apartados. En el debe, el Barça aún tiene que pagar casi 8 millones a Gremio por el hoy juventino. Más lógico es que en el Betis esperen nueve kilos por Junior Firpo (llegó en 2019).
Hay otros gastos difícilmente explicables a la afición, como el pago de cinco millones por el fichaje de Matheus Fernandes, el centrocampista brasileño ex de Palmeiras que fue fichado hace un año en el último día de mercado para ser cedido al Valladolid (donde apenas jugó) y que lleva en el primer equipo desde agosto para haber disputado solo 17 minutos en el intrascendente Dinamo de Kiev-Barcelona.
En el apartado de curiosidades llama la atención que el Barça aún debe 241.00 euros al Villarreal por Denis Suárez (movimiento de 2016) y 2,4 kilos al Eibar por la recompra de un Cucurella que milita desde hace dos temporadas en el Getafe.
La cifra es menor, de los 126 que el Barcelona debe a los 46 que le adeudan otros clubes. El mayor pago es el ya referido de Malcom (lo comido por lo servido), seguido por casi seis kilos que el Getafe tiene que abonar por Cucurella y la Juventus por Arthur Melo.
Los negocios entre Juve y Barça con operaciones de intercambio enfocadas a salvar los balances cristalizan en esta memoria en los pagos que van y vienen de Turín a Barcelona. De los 5,7 que el Barça espera de la Juve por Arthur a los 4,8 de Pjanic en distinta dirección. También con la operación entre los jugadores del filial Matheus Pereira (3,7 para la Juve) y Alejandro Marqués (4,1), cifras muy cercanas a las de Arthur-Pjanic por futbolistas muy lejos de su estatus.
En cualquier caso lo reseñable del trueque Pjanic-Arthur es que si bien el pago de esta temporada es de alrededor de 5 millones, a largo plazo el Barça deberá abonar 52, una cantidad similar a la que la Juve también tendrá que afrontar por Arthur, la consabida huida hacia delante de ambos clubes para poder cerrar las cuentas del pasado ejercicio.
Luego llegan los 4 de la Roma por Carles Pérez, los 3,3 del Everton por Digne y los 3 del Sassuolo por Marlon. El resto de pagos ya están alrededor del millón, como el del Sporting por Botía (seguramente procedente de una denuncia del Barça), el del Leganés por Arnaiz o el de Osasuna por Cardona. Más raro es que el club de procedencia de Ronald Araujo, Boston River, sea el que le debe al club azulgrana 1,5 millones y no al revés.