Estaba claro que uno de los primeros asuntos que Quique Setién tendría que abordar una vez se sentara en el banquillo del Barça sería el del delantero centro. La lesión de Luis Suárez supone un contratiempo importante para la temporada de los catalanes. Una pérdida que puede dar al traste con las aspiraciones de los culés, independientemente de quién los entrene. Sin el charrúa, el Barcelona es un equipo mucho menos temible. No en vano, Suárez ha marcado un tercio de los goles del Barça desde que llegó al club (verano de 2014) y ha participado en la mitad de los que han marcado esta temporada.
El club está a la espera de que Setién le transmita sus necesidades para esa posición. El nuevo entrenador barcelonista ha pedido un poco de tiempo para valorar lo que tiene en la plantilla y ver si es necesario salir al mercado en busca de un ‘9’.
De momento, el cántabro está haciendo probaturas, valorando cambios de sistema y calibrando la posibilidad de recurrir a los delanteros del filial de manera puntual. De hecho, ayer subió a entrenar con el primer plantel a Abel Ruiz y Alejandro Marqués, atacantes del B, para ver si podría recurrir a ellos llegado el caso.
Mientras, en el club esperan, aunque la realidad es que preferirían no tener que salir al mercado este invierno. Primero, por la situación económica del club. La entidad se encuentra en modo ahorro y están más por la labor de buscar ingresos que de volver a rascarse el bolsillo. Segundo, porque no creen que lo que vayan a encontar en el mercado ahora pueda solucionarles demasiado la papeleta. Lo que hay bueno -véase Lautaro Martínez- cuesta un dineral. No se quiere repetir un caso como el de Kevin-Prince Boateng. Y tercero, se considera que esta es una oportunidad de oro para darle bola a los dos canteranos que este año han irrumpido en el primer equipo: Carles Pérez y Ansu Fati.
Para que alguno de los dos ganase protagonismo, parece claro que o Griezmann o Messi tendrían que cambiar su posición. Lo más fácil sería que el francés pasase al centro del ataque y los dos jugadores del B fueran alternándose en las bandas.
Además, se espera que dentro de poco se pueda volver a contar con Ousmane Dembélé, que está a punto de entrar en la recta final de su recuperación. En el club creen que con todos esos recursos, podrían llegarse a tener un ataque de garantías para lo que queda de temporada. Después, ya en el mercado veraniego, se intentaría la contratación de un gran delantero. Algo que desde hace tiempo saben que tendrán que acometer, dada la edad de Luis Suárez. Lo que no esperaban es que una lesión adelantase los acontecimientos.
Si viene, será comunitario
Lo que está claro es que, llegado el caso de que se decidiera salir ahora al mercado en busca de un atacante, tendría un perfil muy determinado. Además de las ya conocidas limitaciones económicas del club, habría que añadir el problema de los pasaportes.
El Barcelona está a punto de tener en su plantilla tres extracomunitarios, lo que cierra las puertas a otro nuevo. Y es que a los ya sabidos Arturo Vidal (chileno) y Arthur Melo (brasileño) habrá que añadir a Ronald Araújo, que es uruguayo y ocupará el hueco que ha dejado Jean-Clair Todibo en el centro de la defensa. En el club tienen grandes esperanzas depositadas en el zaguero sudamericano, que dará el salto este curso.