El Barcelona tiene puesto el punto de mira en Neymar. La posibilidad de contratar al brasileño centra todos los esfuerzos de la Junta que se afana en la búsqueda de una fórmula que permita tirar adelante con la operación. El asunto es muy complicado porque hay demasiados actores y condicionantes en la misma que no son fáciles de aunar. En cualquier caso, el PSG ya ha reconocido, por boda de Tuchel, que Neymar se quiere ir.
El primero de ellos es el precio de la operación que no puede desligarse de la inversión que ya ha hecho el Barcelona. Porque en lo que va de verano, ya se ha gastado 225 millones en fichajes: De Jong (75), Neto (26), Griezmann (120) y ayer mismo Cucurella (4). Y hasta el momento, apenas ha ingresado un par de millones por el pase de Palencia al Saint-Etienne. Todas las ventas anteriores de Cillessen, Denis Suárez, André Gomes y Cardona computaron en el balance de la anterior temporada.
Esto quiere decir que el Barcelona comienza a negociar la operación Neymar con 223 millones en negativo. Si a este dinero se le suma los 175/200 en los que está valorado el brasileño, el total se va a los 400 millones. Este año la FIFA indica que la diferencia entre gastos e ingresos en traspasos no puede ser superior a los 100 millones, por lo que el Barcelona tendría que vender por valor de 300 de aquí al 30 de junio de 2020.
Ingresar esta cantidad en ventas supone un quebradero de cabeza para la entidad. No sólo por el importe de la misma que ya es considerable, sino por cómo tiene que marcar los tiempos en la operación. El Barcelona tiene que saber de cuánto dinero dispone antes de hacer una oferta al PSG. Y eso quiere decir que tendrá en su mano alguna de las ventas apalabradas por si ejecutan finalmente la opción Neymar.
Hay varios futbolistas que están pendientes de cómo se resuelve el asunto. El primero de ellos es Coutinho que lleva desde hace tiempo en el mercado y es necesario para financiar no sólo la de Neymar, sino también la de Griezmann. Falta encontrar un buen destino. Y el PSG podría ser uno de ellos. Otro futbolista que también depende de la llegada de Neymar es Dembélé. Al francés le dijeron a principio de verano que era intransferible, pero si llega el brasileño le buscarán una salida.
Lo mismo se puede decir de Malcom. El brasileño se vería desplazado por la llegada de Neymar, no sólo porque juegan en la misma posición sino porque no hay plazas para tanto extra comunitario. Es posible que se contemplara una salida de Arturo Vidal, pero en este momento parece mucho más factible la de Malcom.
Luego quedan otros futbolistas que podrían salir, pero son operaciones mas complicadas. Umtiti y Rakitic no quieren irse y el club no vende a Semedo. La opción de pedir un nuevo crédito para financiar la operación, como se hizo para la de Griezmann, no se puede descartar.