El líder sigue muy firme y se llevó el derbi catalán por 3-1 ante un Espanyol que fue mejor en la segunda parte cuando todo estaba decidido. Doblete de Olmo y Raphinha sigue su idilio con el gol
El Barcelona se reafirma en su liderato tras superar con cierta comodidad al Espanyol en una jornada que no debería haberse disputado. O se jugaban todos los partidos -algo impensable- o no se jugaba ninguno, pero nunca lo que se ha hecho. Los profesionales con sus declaraciones lo han dejado claro, pero los intereses de los que mandan no van de la mano con los verdaderos protagonistas. Algo que está instaurado en todos los ámbitos de la sociedad y que se plasmó en la reacción ciudadana ante la visita institucional de Casa Real y gobiernos estatal y autonómicos a las zonas devastadas. No todo vale y es hora de cambiar.
Hansi Flick, en su primer derbi catalán, no modificó mucho el equipo que tan buen resultado está dando. Héctor Fort jugó por Koundé en el lateral derecho y el recuperado Dani Olmo volvió a la titularidad. El tridente de arriba es intocable. El partido no tuvo apenas historia, la diferencia entre ambos equipos es más que evidente. A los 11 minutos ya mandaban en el marcador los azulgranas gracias a una asistencia de escándalo de Lamine Yamal con el exterior de su bota izquierda para que Dani Olmo se adelante a Kumbulla y bata de primeras a Joan García. Golazo.
El Espanyol se estiró un poco tras el gol y Puado -santo y seña de este equipo junto a Joan García- tuvo cerca el empate con un remate que se fue rozando el poste. Pero fue un espejismo porque en el minuto 23 llegó el 2-0. Si la asistencia de Lamine a Dani Olmo en el primer tanto fue una maravilla, el de Marc Casadó a Raphinha para el 2-0 no le fue a la zaga. El brasileño mantiene su idilio con el gol y se anticipó a la salida de Joan García para batirle por alto con un toque sutil. Los de Manolo González no se vinieron abajo pese a lo imposible que tenían el partido y Jofre llegó a marcar un gol en una jugada que fue anulada por el VAR por un fuera de juego previo de Omar El Hilali.
La pegada de este Barça le puede llevar a grandes logros esta temporada. Roza los cuatro goles por partido. El 3-0 llegó a la media hora de partido con un disparo de Dani Olmo desde fuera del área. El juego del jugador de Terrassa le viene al Barça como anillo al dedo y su adaptación ha sido sensacional. Es el mejor complemento posible al temible tridente azulgrana. Este Barça se está acostumbrando a sentenciar los partidos antes del descanso y ante el Espanyol no fue una excepción.
Mejor el Espanyol
La segunda parte comenzó con un Espanyol más entonado. Las ocasiones caían del lado perico y Tejero marcó a pase de Jofre, pero el tanto también anulado por un fuera de juego muy justo del 17 blanquiazul. El que sí subió al marcador fue uno de Puado sólo unos minutos después tras un pase de Romero. La insistencia del cuadro espanyolista tuvo premio ante un Barça más condescendiente ya con De Jong y Fermín sobre el campo. El conformismo azulgrana dio alas a un Espanyol que buscaba con ahínco el 3-2. Llegó a marcarlo por medio de Puado, pero el balón había salido antes del centro de Jofre.
En esta segunda mitad fue mejor el cuadro perico, pero la diferencia de pegada entre ambos equipos es abismal. Mientras que el Barça marcó en la mayoría de sus llegadas, el Espanyol -que hizo un buen partido pese al resultado- tuvo la mala fortuna de los goles anulados y de no estar acertado en otros acercamientos.
Resultado justo y partido sentenciado al descanso, pero la relajación de los de Flick estuvo a punto de meterles en el partido. Nueva victoria del Barça en la que fue noticia que Lewandowski no marcara. Los de Flick sacan nueve puntos al Madrid, aunque los blancos tienen un partido menos, el de esta jornada que nunca debió disputarse.