El Barcelona conquistó su quinta Supercopa de España con una clásica ‘manita’

Las azulgrana golean al Real Madrid (tercera vez que le marca un 5-0) y suman un título más a su palmarés

El Barcelona conquistó su quinta Supercopa de España -y cuarta consecutiva- al ganar (5-0) al Real Madrid en una final disputada en el estadio municipal de Butarque. Los goles de Pajor (2), Graham y Guijarro dieron al conjunto azulgrana una nueva corona. Se acaban los calificativos para el conjunto culé, que no sólo mantiene su pleno de victoria en Clásicos (16/16) sino que suma un título más a su excelso palmarés.

El duelo de pizarras dejó detalles desde antes de que empezara a rodar el balón. Romeu apostó por el que podríamos bautizar como ‘once de gala’, mientras que Toril metió de inicio a Antonia por el costado diestro y la dupla Bruun-Alba que tanto se han relevado durante lo que llevamos de curso.

El partido arrancó frío, como el día, pero no tardó en calentarse -deportivamente hablando-. La mecha la encendió Pajor, con un gol a los ocho minutos que acabó siendo anulado por el VAR. La polaca había recogido un rechace tras un disparo raso de Graham, pero estaba en posición antirreglamentaria. Reaccionó de inmediato el Real Madrid con una contra y disparo de Caicedo que sacó Paredes a tiempo.

El Barcelona, dominador del balón y los tiempos, hizo de las banda izquierda una autopista en la que Graham campó a sus anchas. La noruega lo intentó de manera individual y conectando con Alexia, Pina y Pajor, pero el gol parecía resistírsele. Sólo parecía. El Real Madrid, agazapado en su campo, intentó buscar las cosquillas a la espalda de las centrales con la velocidad de Caicedo y Alba, la calidad de Weir y la voluntad de Bruun.

Tanto fue el cántaro a la fuente que, a la media hora de partido, se acabó rompiendo. En la enésima subida por el costado diestro, Graham sorteó a Olga y disparo con potencia, con la fortuna de golpear en Lakrar y despistar a Misa, que sólo pudo ver cómo la pelota se metía en su portería. Apenas seis minutos después, fue Batlle quien ganó la espalda de Carmona y asistió a Pajor para que la polaca metiera la pelotita en la jaula. El Barcelona puso un broche perfecto al primer acto, pues, en la última jugada de la primera parte anotó el tercero de la final. Un córner botado por Graham fue cabeceado por Pajor al fondo de las mallas.

El paso por el vestidor no cambió nada. Ni nombres ni dinámicas. El Barcelona pudo ampliar la renta nada más arrancar si hubiera llegado a lanzar un penalti pitado por falta de Lakrar sobre Bonmatí dentro del área, pero el VAR actuó de oficio y Olatz cambió de opinión tras ver la repetición.

A medida que se consumía el reloj, el Barcelona se iba gustando más. Y en una fiesta de esta enjundia no podía faltar un Guijarrazo. La balear cogió el balón en la frontal, dio un paso al frente y le pegó con el alma superando una vez más a Misa.

Pasada la hora de juego, los dos técnicos movieron fichas desde el banquillo. A pesar de ello, el Real Madrid fue incapaz de reaccionar. La misma historia de siempre. Lleva dos años y siete partidos sin anotar frente al Barcelona. Lo hizo Eva Navarro en una contra blanca, pero lo anularon por fuera de juego.

Las azulgrana buscaron la manita hasta el pitido final. La hizo Alexia, a cinco minutos para el final, aprovechando el rechace del palo tras testarazo de Pajor para poner la guinda al pastel. Amargo para el Real Madrid… dulce, muy dulce para el supercampeón Barcelona.

Fuente Marca.com