Reciclar: Someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar. Es una de las definiciones que utiliza la RAE para describir la palabra reciclar. El croata Iván Rakitic aterrizó en Barcelona tras liderar y capitanear al mejor Sevilla de los últimos tiempos. La temporada 2013/2014, su última defendiendo la camiseta del conjunto andaluz, se convirtió en el faro de una nave que fue capaz de levantar la Europa League en Turín contra el Benfica en una final apasionante que se resolvió en la tanda de penaltis. Autor de 15 goles en el global de la campaña – su tope realizador – y siendo el líder natural del equipo, Rakitic dejó su “amada” Sevilla para aceptar un nuevo reto. Un reto diferente. Un reto especial. El reto más bonito y desafiante de su carrera deportiva: el FC Barcelona.
El centrocampista croata llegó a Can Barça con la vitola de ser un futbolista vertical, con una visión de juego inmejorable y con un golpeo de balón maravilloso desde la frontal. En definitiva, el jugador que todo equipo quiere tener en sus filas. Pero Sevilla no es Barcelona. Y el Ramón Sánchez Pizjuán tampoco es el Camp Nou. Con su melena rubia y luciendo un dorsal (4) legendario que pasó por las espaldas de jugadores míticos de la casa (Ronald Koeman o Pep Guardiola), el balcánico se ha convertido en una de las piezas más básicas del sistema táctico de Luis Enrique. El arte del reciclaje se entiende de cómo pasar a ser el líder de un equipo a adaptarse a las necesidades de un ‘grande’. Con Messi, Suárez y Neymar Jr por delante y con Andrés Iniesta a su lado, Iván Rakitic entendió su nuevo rol. Más obligaciones defensivas, más despliegue táctico, más ayudas al lateral de su banda y, todo, sin perder ni una pizca de sus virtudes que le llevaron en el verano de 2014 a la entidad azulgrana.
Rakitic es especial. Especial por su cercanía. Especial por ser uno de los futbolistas más queridos del vestuario culé y especial por ser, en general, muy de los suyos. Amante del buen salmorejo, cada noche antes de ir a dormir le canta a su hija el himno del ‘Arrebato’ que tanto emociona en Nervión. El ‘sevillano’ (así le llaman sus compañeros de equipo) ya es imprescindible en este Barça. El hombre que abrió la lata en la Final de Berlín. Un gol que siempre quedará grabado en el recuerdo de los aficionados azulgranas.