El debut soñado de Luis de la Fuente y Joselu con España
La Roja de Luis de la Fuente se estrena con victoria. Lo hizo en un partido con mejor resultado que juego y con un clarísimo protagonista: Joselu Mato. El delantero del Espanyol entró al campo en el minuto 81 y reventó el partido con dos goles en apenas un minuto. Un cabezazo en el minuto 84 y un remate de oportunista en el 85 acabaron con una Noruega que dejó una gran imagen en La Rosaleda. Antes había abierto el marcador Dani Olmo, dando una ventaja a España que le permitió vivir de las rentas mientras transitaba por el partido sin pena ni gloria. Al final, goleada y triunfo importante en el inicio de una nueva era, la era de Luis de la Fuente, y quién sabe si también la de Joselu Mato.
Para el primer partido de un seleccionador se espera un traje bien planchado. España está con la mudanza a medio hacer. Para la guarnición de Luis Enrique cada jugada era peor que hace cinco meses. Para sus detractores cada acción era perfume de premio. Lo que sí parece digno de un kamikaze es colgar el cartel de favorito para lo que sea a esta selección.
Ya no estaba Luis Enrique, que en sus últimas escaramuzas había dejado decisiones polémicas en cuanto al orden. Era como si un diseñador colocara la lavadora en el salón y la lámpara en la cocina. A De la Fuente no se le adivinan extravagancias. Su alineación era de academia de la ortodoxia.
El nuevo seleccionador rescató a Aspas, el príncipe de la chispa, del que se esperaba una noche gorda en un terreno en el que el inolvidable Juanito inventaba verónicas y vaselinas. Más atrás era Nacho el que tapaba el centro de la zaga junto a Laporte. No había revolución, había pinceladas.
La primera sociedad vistosa se instaló en la izquierda, donde junto al fútbol inflamable de Gavi se situaban Balde y Merino. El centrocampista de la Real, que no estuvo en el Mundial, recuperó un balón en el polo derecho y su aventura terminó en un remate de Balde que desvió Dani Olmo con un fleco de su bota derecha. Se presagiaba fiesta. Error.
Sin Haaland, el ariete que desayuna zagueros con su cara de villano de película de James Bond, Noruega presentaba a Sorloth, la marca blanca del tiburón del City. No era la única encía peligrosa de los nórdicos, que tras el gol avisaron con un remate de Odegaard y una volea de Aursnes a la que respondió Kepa con una parada de portero grande.
España extraviaba el control del partido y Noruega congelaba su juego, del que se había desconectado Aspas. Odegaard, el tipo que cambia cada jugada de su grupo, veía chicha y se enfadaba tanto que hasta vio una tarjeta por protestar como un latino.
Sorloth perdonó el empate
La falta de ritmo se le metió en las entrañas a España hasta el final. De la Fuente cambió a Aspas y Gavi por Ceballos y Oyarzabal en un momento en el que lo mejor era el resultado. Noruega se recreaba en la terraza del área y bordeó el empate en un desvío de Nacho que volvió a salvar Kepa. Mala cosa si ante un rival sin pasarela en Europa lo más destacado es el portero.
Ceballos, siempre con el balón en el pensamiento, dio dinamismo al juego y Yeremi Pino, que había entrado por Olmo, perdonó el sello de la sentencia. Más clara fue la opción de Sorloth, que remató fuera un balón de los que Haaland recibe con el babero puesto.
En los minutos de los susurros Joselu llegó y dejó el área noruega como si lo hubiera pisado un batallón. Tocó dos balones y fueron a la red. El delantero terminó con el sufrimiento. De la Fuente se aflojó la corbata. Los estrenos no son sencillos.