El deporte es un juego y se lo estamos robando a los niños
Brafa lanza el décimo vídeo de la campaña #noseashooligan denunciando la presión que algunos padres ejercen sobre sus hijos.
En cinco años, la Fundació Brafa ha difundido diez vídeos denunciando el fenómeno de los padres hooligan. Queremos acabar con esta lacra y conseguir que los jóvenes disfruten del deporte.
- Esta entrega muestra cómo los padres de un equipo de niños de seis y siete años elevan la presión sobre sus hijos, actuando agresivamente desde la banda.
- El vídeo destaca como los jugadores del equipo rival se sienten avasallados y también como los hijos de estos hooligans sufren la presión de sus padres, que les exigen más y más, menosprecian al equipo rival, al portero porque está gordo, y discuten las decisiones del árbitro entre insultos.
- Uno de los jugadores no soporta la carga ambiental tras fallar un penalti y sale corriendo del campo entre lágrimas: se ha roto.
Por desgracia, este tipo de escenas son frecuentes en los partidos de competición del fútbol base y en etapas muy tempranas. Los padres hooligan dinamitan la esencia del deporte en etapas infantiles.
En la Fundació Brafa consideramos que existe un problema grave en el deporte base: lo que debería ser un juego se ha convertido en una actividad que cada vez más imita el deporte profesional.
Algunos estudios señalan que el 30% de los jóvenes que abandonan el deporte lo atribuyen a una excesiva presión de sus padres o de sus entrenadores.
Esta presión se manifiesta en aspectos tan concretos como la elección de un deporte y la obligación impuesta de continuar con él, la carga de los entrenamientos y de otras actividades, comenzando por las académicas, y la proyección que los progenitores realizan sobre sus hijos.
Estamos quemando a nuestros hijos
La elevada exigencia provoca que los deportistas lleguen a un auténtico burn out y abandonen la práctica deportiva.
Brafa quiere denunciar con este nuevo vídeo que existe un grave problema en la sociedad en lo referente al deporte base: no podemos permitir que se robe a los niños la oportunidad de disfrutar del deporte y la competición como lo que es: un juego.