Desde que grandes deportistas como Carolina Marín, Emilio Butragueño, Guti, Lebrón James o Pau Gasol han hablado abiertamente sobre la importancia del entrenamiento mental, ciertos tipos de ejercicios y juegos, la psicología deportiva o el yoga y la meditación, prácticamente nadie pone en duda la importancia que tienen este tipo de actividades a la hora de desempeñar actividades físicas de alto rendimiento.
En Radio Marca Barcelona hablamos con frecuencia de la psicología de alto rendimiento y, de hecho, en nuestro programa “Camina Amb Marxa” nos han acompañado profesionales como Modesto Duran, un gran conocedor de este campo de estudio.
Sin embargo, el ámbito del ejercicio o entrenamiento mental aplicado al deporte no es conocido por todos y muchos se preguntan en qué consiste exactamente. De hecho, no son pocos los aficionados al deporte, sin necesidad de tratarse de profesionales o atletas de alto rendimiento, que pueden beneficiarse de estas prácticas, no solo para aumentar su rendimiento, sino para disfrutar más de la actividad deportiva que lleven a cabo.
En ejercicio mental se ha convertido en un aspecto clave a la hora de realizar una preparación deportiva de manera completa e integral. De hecho, nuestra mente está muy acostumbrada a lidiar con situaciones o problemas cotidianos, pero, por el contrario, no está tan familiarizada con circunstancias en las que tanteamos nuestros límites físicos o en las que queremos optimizar al máximo nuestro rendimiento en circunstancias más o menos extremas.
Según los profesionales en este ámbito, el ejercicio mental se fundamenta en convertir el factor psicológico en una fortaleza, un impulsor de éxito, y no en una barrera que, precisamente en estas situaciones más complejas a nivel físico, podría decantar la balanza hacia el éxito o el fracaso.
Si concretamos más esta definición en un aspecto práctico, este tipo de entrenamiento consiste en aplicar e integrar ciertas técnicas, habilidades y métodos con la finalidad de optimizar nuestro rendimiento deportivo.
Y si todavía queremos ser más específicos, podríamos hablar de ejercicios, estrategias o juegos que pueden ayudar al deportista a alcanzar este estado mental. De hecho, muchos psicólogos deportivos familiarizan a los deportistas con el entrenamiento mental partiendo de juegos que nos son familiares y no requieren de grandes esfuerzos de aprendizaje previos, como el ajedrez o ciertos juegos de casino, pues en ambos casos se han considerado actividades que permiten entrenar nuestra capacidad analítica de una situación en concreto, así como el pensamiento crítico, la toma rápida de decisiones, el compañerismo o el juego limpio.
Actualmente, gracias a este mundo hiperconectado en el que vivimos, no es necesario buscar un rival con el que batirnos en duelo y que se adapte a nuestros horarios y necesidades de entrenamiento. De hecho, existen numerosas plataformas online, como Playchess, en el caso del ajedrez, que cuenta con una amplia comunidad de jugadores y nos permite jugar prácticamente de manera instantánea; o VegasSlotsOnline, en el caso de los juegos de casino, que recopila algunos de los juegos más apropiados para este tipo de entrenamiento mental: el Blackjack, el Baccarat o el Ride’m Poker, entre muchos otros.
Evidentemente, el entrenamiento mental ocupa muchos ámbitos más allá del juego, aunque sea una de las herramientas más utilizadas para familiarizarse con él.
Probablemente, las técnicas de relajación y meditación constituyan otra de las primeras aproximaciones al entrenamiento mental. La técnica de relajación progresiva de Jakobson, por ejemplo, se ha utilizado durante decenios para eliminar tensiones musculares y alcanzar una relajación mental óptima.
Por último, nos gustaría destacar una técnica que, aunque probablemente hayáis escuchado hablar de ella, puede no resultaros tan familiar como las expuestas hasta ahora: la visualización. A grandes rasgos, los psicólogos deportivos utilizan esta simulación, en la que crean escenas, experiencias o situaciones de manera mental, en ausencia de estímulos externos, para mejorar la concentración, aumentar la motivación, controlar las respuestas emocionales, interiorizar una estrategia en concreto, definir objetivos realistas o incluso afrontar el dolor y las lesiones. Para que este entrenamiento sea efectivo, resulta crucial que la recreación mental sea lo más real posible, incluso acompañándola de olores, sonidos u otros tipos de experiencias sensoriales.
En definitiva, el ejercicio mental ya se ha consagrado como una práctica más dentro del deporte de élite, pero, bien seguro, esta tendencia continuará creciendo y consagrándose, hasta alcanzar no solo a la práctica totalidad de atletas de alto rendimiento, sino también a aquellos que disfrutamos de manera no profesional del deporte y queremos superarnos y disfrutar lo máximo posible mientras lo practicamos.