Los de Michel se sobreponen al tanto de Parejo con goles de Dovbyk y Eric García
El Girona vive en una nube y se ha ganado a pulso que nadie le pueda bajar de ella. El conjunto gerundense es líder de Primera división y no va a ser fácil, viendo cómo juega al fútbol, que se caiga de la zona alta de la tabla.
Es un ‘novato’ en la máxima categoría, sí, con sólo cuatro temporadas en Primera, pero los de Míchel compiten con un poso que ya quisieran muchos. Da gusto ver sus partidos. Sus jugadores desprenden alegría en ataque y mucha seriedad en defensa. Míchel lleva muchos años demostrando el tipo de entrenador que es, pero el madrileño ha hecho del Girona la horma de su zapato.
En Montilivi miran por el retrovisor y ven por detrás a ‘transatlánticos’ como Real Madrid, Barcelona Athletic o Atlético de Madrid. Y están en lo alto porque se lo han ganado, demostrando que la apuesta por un proyecto termina dano los resultados deseados. La temporada pasada rozaron Europa y se siguió creyendo en lo mismo. Y aquí están los resultados.
Ante el Villarreal ganaron un partido como lo hacen los grandes. Remando, apretando cuando las cosas se ponen feas. Durante la primera parte, el ‘submarino’ fue mejor, tuvo las ocasiones más claras… pero le faltó acertar ante Gazzaniga. Y eso, amigos, se suele pagar.
El inicio de los segundos 45 minutos no pudieron empezar peor para el Girona. Nada más pitar el colegiado la reanudación, en el 47′, Miguel Gutiérrez cometía un penalti muy claro sobre Capoue. El 3 del conjunto gerundense se equivocó y Sánchez Martínez no dudó un instante. Parejo cogió el esférico para poner el 1-0. Gazzaniga le adivinó la intención al capitán amarillo, pero el esférico se le coló al meta entre el brazo y el costado.
Curiosamente, tras el ‘bofetón’, el Girona creció, se vino arriba de forma descarada. Normalmente se dice que a la tercera va la vencida, pero Dovbyk necesitó cuatro. Tres ocasiones del delantero del Girona no encontraron la red... pero a la siguiente mandó al fondo de las mallas un gran centro de Sàvio desde la banda. Era el minuto 56′ y los de Míchel estaban a un gol de ser líderes de Primera.
Y como este equipo se lo cree… tardo sólo cinco minutos en ponerse en lo más alto de la tabla. Lo hizo gracias a un central que no estaba haciendo un gran partido. Eric García mandaba a la red de cabeza un centro magnífico de Aleix García.
Con 1-2, lo normal sería que el Girona se echase atrás y defendiera aculado mientras el Villarreal buscaba el empate. Pero los de Míchel querían más… y tuvieron varias para hacer el 1-3. Stuani pudo marcar en dos ocasiones, una al palo y otra tras un error de Jorgensen. El ‘submarino’ buscaba el 2-2 con más corazón que cabeza… pero nunca llegó ese gol. Pitido final y sí… el Girona es el flamante líder.