El Girona es líder por méritos propios y goleó 3-0 al Alavés en un partido en el que fue muy superior y en el que Dovbyk (2) y Portu fueron los goleadores
El Girona se gusta y cada partido que pasa lo hace con más superioridad. El líder demostró ante el Alavés que mira a todos por el retrovisor porque es un equipazo que va a vender carísima su primera plaza. El que la quiera va a tener que sudar de lo lindo y esperar a que los de Montilivi tengan un mal día… y de esos tienen pocos. Los vitorianos sufrieron al conjunto de Míchel y desde el inicio se vieron superados en todas las facetas.
Desde el primer instante el Girona se hizo dueño y señor de la pelota, encerrando al Alavés en su campo y obligando a los vitorianos a correr detrás del esférico como pollo sin cabeza.
Los de Míchel jugaban el balón de un lado al otro con Miguel, Aleix, Yan Couto, Savinho y hasta Blind moviéndose por todo el campo. El Alavés sabía de la superioridad del Girona y que su estrategía debía ser achicar y correr las pocas veces que robase en buena situación. Así lo hizo en un par de ocasiones con Samu Omorodion, que atacó a la defensa catalana pero no pudo con Eric García ni David López.
El gol del Girona ya estaba en el horno, pese a que en el electrónico aún marcaba el 0-0 inicial. Sivera veía cómo la pelota se acercaba cada vez más a sus dominios y que recogiese el balón de sus redes era sólo cuestión de tiempo. Tardó 23 minutos el conjunto de Míchel en festejar el 1-0. Llegó con suspense porque Dovbyk miró al asistente por si era fuera de juego tras cabecear a la red un rechace del meta alavesista al tiro de Yan Couto.
Siguió con el rodillo el líder, sin bajar el ritmo pese a ya estar por delante. Sin dejar al Alavés creer que podía rascar algo de Montilivi. Y lo corroboró a tres minutos del descanso. Otra vez inició la jugada Yan Couto, que filtró para que Portu cruzase la pelota de forma sublime con un disparo pegado al palo largo.
Pitó el entretiempo Hernández Maeso y el Girona ya tenía el trabajo finiquitado. Quizá eso le hizo despistarse un poco en los primeros 10 minutos de la segunda mitad, y fue cuando más cerca estuvo el Alavés de anotar. Pero fue un espejismo que duró hasta que en el 57′ Yan Couto se marcó un jugadón y Javi López le arrolló dentro del área. Penalti clarísimo. No cogió la pelota el brasileño, que fue protagonista absoluto, sino que Dovbyk quería seguir engordando sus cifras anotadoras. No falló, con un pase a la red desde el punto fatídico para poner así en el electrónico el 3-0 a los 59 minutos.
Aquí el partido se acabó, si no lo había hecho ya, de forma definitiva. Pudieron llegar más tantos, en las dos áreas. El Girona se soltó definitivamente en ataque, pudo hacer el cuarto y hasta el quinto en las botas de Pablo y Torre. También pudo anotar el Alavés, que llegó en varias ocasiones con peligro y en una de ellas Duarte reventó el larguero, una vez el Girona levantó el pie del acelerador en defensa.
El Girona es líder por méritos propios y jornada a jornada le da la razón a Ancelotti en eso de que es el rival a batir en la lucha por LaLiga. Gana gustándose y es una delicia verle jugar.