Los resultados son el mejor remedio para tapar problemas. Y ganar a la Juventus en su estadio vale para dar tranquilidad unos días a un equipo sin presidente, sin dinero en caja y mal rollo en algunos jugadores… El caso es que se hablará más estos días de los goles de Dembélé y Messi que del adiós de un Jose María Bartomeu a quien no parece que nadie eche de menos. El Barcelona salva la papeleta en Champions -ratificándose en el liderato del grupo- y ahora querrá recuperar el rumbo perdido en Liga ganando el sábado al Alavés. La vida en rosa en lo futbolístico, como su uniforme en Turín, para olvidar sus miserias en lo extradeportivo.
Koeman hizo cambios se puede decir que sorprendentes en el once, pero no le salió mal la jugada. Al margen del resultado, el juego también acompañó. Araujo cumplió atrás supliendo al sancionado Piqué hasta su lesión; Pjanic fue de menos a más en el lugar de Busquets; Pedri hizo de Coutinho a la perfección; Dembélé vuelve a sonreír; apareció el mejor Griezmann y hasta De Jong cumplió jugando de central la segunda parte. Lo mejor de todo esto, sin duda, es que el francés recupere la confianza.
Koeman: Sabiendo la edad de Pedri, es algo impresionante
El inicio del partido prometía ya que no se esperaba que fuera tan loco desde el inicio. Presión muy arriba de la Juve con la intención de tomar el mando, pero un error de pase de Demiral provocó unos segundos de pánico en el área italiana. Primero Bonucci se jugó la pierna para salvar un remate de Messi, luego Pjanic hizo lucirse a Szczsny y después Griezmann se topó con el palo. No se había cumplido el minuto dos. Los italianos también estuvieron a punto de aprovechar un error de pase de Pjanic, quizás recordando viejos tiempos, pero salvó Araujo el peligro. Mucho peligro en ambas áreas presagiaba gol inmediato y así fue. Cambio de juego espectacular de Messi para Dembélé, el francés arranca la moto y apunta hacia la meta italiana, recorte a Chiesa y disparo potente que toca en el jugador italiano y descoloca a Szczsny.
El abrazo con mensaje de Koeman a Messi
El 0-1 hacía justicia al juego azulgrana, pero enfrente estaba La Vecchia Signora. Los de Pirlo se fueron a por el empate y marcaron hasta en dos ocasiones, ambos goles de Morata y ambos anulados por fuera de juego del exrojiblanco. El juego de ataque de los italianos propició la aparición de huecos en defensa y el Barça estuvo muy cerca del 0-2 en varias ocasiones. La más clara en los pies de Messi tras un gran taconazo de Griezmann pero el disparo de Leo se fue fuera. Jordi Alba y Dembélé también tuvieron opciones para marcar, pero no atinaron en el remate final.
Tercer gol anulado a Morata por fuera de juego
Un golpe recibido por Araujo justo al borde del descanso provocó que Busquets saliera por él tras el descanso y ante la escasez de efectivos en defensa fue De Jong quien acompañó a Lenglet en el centro de la defensa. No cambió la tónica del partido tras la reanudación y se intuía más cerca el 0-2 que el 1-1. Pero como en el fútbol no existe la lógica fue Morata quien marcó por tercera vez… y por tercera vez se lo anularon por fuera de juego. El hat-trick más extraño de su carrera. El Barcelona estaba más que avisado, el partido no estaba para nada en sus manos pese a su buen juego. Tiro de Messi rozando el palo, remate de Dembélé dentro del área, jugada de Pedri que no encuentra rematador… pero el 0-2 no llegaba.
Koeman sacó a Ansu Fati los últimos 25 minutos con la intención de cambiar el punto de mira de su ataque. Griezmann volvió a rozar el poste en un tiro cruzado. El repaso azulgrana sobre el terreno de juego merecía otro gol que no llegaba. La Juve no sabía qué hacer y apenas pasaba del centro del campo. Sólo podían parar los ataques del Barça con faltas en un claro síntoma de impotencia. Hasta cinco jugadores juventinos vieron tarjeta amarilla. Tanta falta provocó la expulsión de Demiral los últimos minutos y con ella, la rendición definitiva de los italianos. Ansu Fati provocó un penalti para que Messi cerrara el partido. La baja de CR7 es muy importante para los de Pirlo y le echaron mucho de menos. El 0-2 final, que se queda corto, es más que merecido para que el Barcelona gane por primera vez Turín, lidere el grupo y recupere confianza tras la derrota ante el Real Madrid. Lo del vacío de poder en el club ya es otra historia.