La eliminación del Real Madrid en la Copa del Rey supone un golpe, quizá definitivo, en la línea de flotación del proyecto de Zidane para la temporada 20-21. La derrota ante un club de Segunda B amenaza con llevarse por delante al técnico, aparte de dejar señalados a los jugadores, muchos de ellos poco habituales en los onces del técnico francés, aunque el Madrid terminó con Valverde, Kroos, Casemiro, Hazard, Asensio y Benzema
En seis días, el Madrid ha perdido dos títulos. No son los más importantes de la temporada, pero ambos hubieran servido para dar lustre al palmarés en un curso en el que los grandes objetivos, Liga y Champions, parecen mucho más complicados. La Supercopa de España se escapó después de un paupérrimo primer tiempo ante el Athletic, que adquirió una ventaja que los intocables de Zidane no pudieron enjugar en el segundo acto. En cuanto a la derrota en El Collao, entra directamente en la categoría de las hecatombes blancas en la Copa del Rey, un torneo que nunca ha sido el predilecto del Madrid ni de Zidane, ocupando un lugar destacado junto al ‘Alcorconazo‘ del curso 09-10, con Manuel Pellegrini al mando de la nave madridista.
Aquella derrota marcó el futuro del técnico chileno, que pudo acabar la temporada, pero sin llevar al Madrid al buen puerto de los títulos. La de Alcoy puede determinar el futuro deportivo de un Zidane asediado, además de por los malos resultados, por una gestión de la plantilla en entredicho tras episodios como la salida de Jovic (tantos goles en media hora con el Eintracht como en año y medio con el Madrid) y la intención de Odegaard de abandonar el club después de no contar ni siquiera para el duelo ante el Alcoyano.
Zidane lleva toda la temporada sorteando crisis y viviendo sobre el alambre. La mayor amenaza fue la de la Champions, con el Madrid jugándose el pase a octavos a cara o cruz en el último partido de la liguilla ante el Gladbach. El Madrid superó con nota aquel examen y enderezó la trayectoria liguera del equipo con un triunfo, también convincente, en el derbi ante el Atlético, encadenando una racha de siete victorias que alimentaba la ilusión de la hinchada. Pero los cuatro tropiezos en las cinco últimos partidos (empates en Liga ante Elche y Osasuna, derrota ante el Athletic en la Supercopa y el KO de la Copa ante un rival netamente inferior) amenazan con acabar antes de tiempo con la segunda etapa del técnico francés en el Madrid, muy lejos de la exuberancia de títulos de la primera.
La derrota de El Collao, en cualquier caso, carga de razones al técnico en cuanto a su apuesta por un bloque perfectamente definido de jugadores. La entrada en el once de los menos habituales debilita de forma dramática el potencial del equipo, como se pudo comprobar una vez más en El Collao. La brecha en la plantilla del Madrid es evidente, y justifica el debate sobre su confección después de tres veranos en los que, pese a una fortísima inversión, no se ha conseguido dotar al equipo del fondo de armario suficiente para optar a todos los títulos.