Una sensacional canasta de Cory Higgins a falta de ocho décimas para el final salvó la vida al Barça, que este domingo peleará por su tercer título de la Euroliga después de superar a un Armani Milán que le llevó al límite (84-82). Por amistad con su progenitor, el padrino del escolta es un tal Michael Jordan, especialista en ganar partidos al límite. Desde ayer, Higgins también tiene su propio ‘The shot’. Un tiro que quizás sea capital para el éxito de los azulgranas en la Final Four. El último escollo es el Anadolu Efes.
Dentro del mismo partido hubo varios. Uno en el que el Barcelona dominó sin llegar a escaparse definitivamente, otro en el que el Milán se lo creyó y metió el miedo en el cuerpo a su rival y el definitivo, en el que los azulgranas, gracias a su fortaleza mental, se llevaron el triunfo después de que los italianos perdonaran en un pésimo ataque y un triple liberado de Kevin Punter, autor de 23 puntos y tormento culé. Pero erró un tiro decisivo. Higgins, no.
El inicio fue prometedor para el Barça, que quiso marcar territorio. Con el 7-2 inicial, Ettore Messina pidió un tiempo muerto. No quería que su enemigo cogiera vuelo. Luego el primer cuarto se convirtió un bello intercambio de golpes. Antes de la Final Four, los entrenadores hablan mucho de defensa, pero ahí había dos equipos desbocados en ataque.
El talento es difícil de contener y se acumulaba mucho. Un Nikola Mirotic con ganas que acabó con 21 puntos y 28 de valoración, su tope en un partido de Final Four. Un Nick Calathes que bajo su reluciente calva esconde una computadora. Hizo 17 puntos, seis asistencias y 26 de valoración. La mala noticia es que es seria duda para la final tras sufrir un esguince en el tobillo derecho. Un Vladimir Micov que daba la réplica anotando nueve de los primeros 17 puntos del Milán. Un Kevin Punter que anunciaba su buena noche. Y Pau Gasol.
El pívot jugó menos de cuatro minutos en el primer acto, pero le dieron para sumar siete puntos, ayudar en el rebote y colocar algún tapón. No hace mucho parecía imposible volver a verle en una pista, menos en una Final Four y aún menos a buen nivel. Después de una grave lesión, tras dos años sin jugar y camino de los 41, resultó conmovedor.
Al poco de iniciarse el segundo cuarto, un triple del pívot le hizo llegar a los 10 puntos, su tope en la competición desde su regreso. Pero el Milán aguantaba con los primeros puntos de Sergio Rodríguez (32-29). El primer tirón del Barça llegó desde la defensa. Sobre todo, con la intensidad de Leandro Bolmaro, que no metió ni un punto en la primera mitad, pero tuvo impacto.
Superioridad física del Barça
La superioridad física de los azulgranas se hizo patente en defensa, lo que les permitió atacar con más calma y con buenos porcentajes. También en el rebote (16-9 al descanso). A ello se sumaron unas cuantas pérdidas del Milán, que se vio 11 abajo poco antes del intermedio (51-40). Pero a la salida del vestuario todo era distinto.
Apoyados en sus pequeños Malcolm Delaney y sobre todo Punter, los italianos lograron un 8-25 que puso el choque patas arriba y encendió las alarmas en el Barca (59-67). Sólo Calathes parecía tener las ideas claras en los azulgranas, totalmente colapsados. Con siete puntos casi seguidos, el base griego lideró un parcial de 13-4 que devolvió el mando a su equipo (72-71).
El partido se llenó de imprecisiones en el último cuarto. Se cortaba la tensión, las muñecas estaban rígidas y el balón era de plomo. Durante tres minutos, entre los dos equipos sólo sumaron un tiro libre. De Mirotic, que rentabilizó sus visitas a la línea. Higgins anticipó su obra maestra con una gran canasta. Punter, imparable hasta entonces, puso el empate a 82. Luego falló lo que parecía sencillo. El escolta azulgrana emuló a su padrino y el Milán no encontró premio en su tiro a la desesperada. El Barça estará en la final. Después de 11 años, tiene una cita con la Euroliga.
Jasikevicius: «Con esta defensa, no tendremos ninguna opción en la final»
El técnico del Barcelona, crítico con sus jugadores, manda un aviso de cara al partido con el Anadolu Efes
El entrenador del Barça, Sarunas Jasikevicius, alertó este viernes, tras ganar al AX Armani Exchange Milan en las semifinales de la Euroliga, que en la final, ante el Anadolu Efes, su equipo «no tendrá ninguna opción con esta defensa«.
El técnico lituano dijo a los micrófonos de DAZN que su equipo «sobrevivió» tras cometer «muchos errores mentales«, sobre todo en el tercer cuarto, y hacer «una de las peores defensas de la temporada».