Jorge Mendes se reunió ayer en Barcelona con altos responsables del club azulgrana para entre otras cosas abordar la renovación de Ansu Fati, además del futuro de Semedo. El poderoso agente de futbolistas, que el lunes estaba en Liverpool cerrando el traspaso de James al Everton, llegó a la Ciudad Condal con la ampliación de la perla de La Masía en su agenda, más allá de que tratasee otros temas con los dirigentes, dado el control de mercado que ostenta el portugués. Mendes fue visto abandonando Barcelona en la terminal privada del Prat por la tarde-noche.
En el asunto de Ansu, el Barça puede ejecutar la cláusula de primer equipo de manera automática, por lo que ya tendría ficha con los mayores a todos los efectos, y su cláusula se elevaría a 400 millones (de los 170 actuales). Otra cosa es que, de manera independiente, el Barça se reserva la opción a ejecutar también la opción de ampliar la duración de ese contrato hasta 2024. Esta fórmula de +2 es muy habitual en el Barcelona con los jugadores de La Masía, pero en el caso de Ansu habría un problema legal: los menores no pueden firmar contratos de más de tres años y este sería de cinco.
Por tanto, más allá de que el Barça active la cláusula y le haga ficha de primer equipo, se impondría una renovación en términos superiores por ambos lados. Que el club se asegure al jugador más allá de 2022 y que el futbolista tenga un contrato superior al que quedará activado en los próximos días con su ficha (y dorsal) del primer equipo.
Además, es lógico pensar que Ansu no decide ponerse en manos de Mendes si hay una cláusula automática que invalida cualquier negociación a mayores. Cabe recordar que Fati estaba siendo asesorado por el hermano de Messi, Rodrigo, en sus asuntos, hasta que hace unas semanas fichó por Jorge Mendes.
El mercado del futbolista es muy amplio y aunque su cláusula es altísima (170 kilos para un jugador de 17 años), el planteamiento de agente y jugador (por jugador entendemos también a su familia y personas de confianza) es que se tendrá que negociar una renovación acorde al potencial y a lo demostrado por el atacante, que desde que irrumpió en Pamplona hace un año no ha parado de devorar récords con el Barça en Liga y Champions pero también con la selección española.
Otro de los jugadores que representa Mendes en el Barça es Trincao, fichado en este mercado invernal del Sporting de Braga. Un extremo que en teoría se ajusta al tipo de fútbol que quiere Koeman y por el que hay mucho interés en conseguir una cesión. Seguramente también se habló de la perla lusa, que ahora mismo forma parte de un superpoblado ataque azulgrana junto con Messi, Dembéle, Griezmann, Ansu, Coutinho, Braithwaite y, a la espera del ‘9’, Luis Suárez.