Pocas veces se había visto un inicio de partido tan trepidante. Ni los más optimistas podían imaginar que la La Rojita iba a tener la clasificación para semifinales tan encarrilada en tan poco tiempo. España saltó al campo con la lección bien aprendida y en los primeros 15 minutos ya había generado ocho ocasiones claras para abrir la lata. Ni Dani Olmo, ni Fabián, ni Ceballos ni Meré lograron hacer el primero. Tuvo que ser Fornals el que rompiera el muro polaco al materializar una buena jugada de Ceballos y un efectivo centro raso de Aarón desde la izquierda. 1-0 y momentáneamente clasificados con el empate a nada en el Bélgica-Italia. La revolución de Luis de la Fuente, con cinco cambios con respecto al último encuentro, comenzaba a dar sus frutos.
Polonia comenzó a hacer frente del vendaval… pero ni se encontraron entre ellos mismos. España siguió a lo suyo, poniendo cabeza y generando oportunidades sobre la portería de Grabara. La Rojita comenzó a ver la luz al final del túnel con el tanto de Oyarzabal. Otra vez Ceballo cocinó la jugada y el de la Real Sociedad, ayudado por un defensa rival, puso el segundo para inyectar otro chute de adrenalina al equipo de De la Fuente. El objetivo estaba cerca y llegaría antes del descanso.
La zurda de Fabián
La pierna izquierda de Fabián se habrá revalorizado tras el partido ante los polacos. El del Nápoles dio una máster class de cómo se deben ejecutar los lanzamientos lejanos. Tras dos primeros intentos que acabaron en la escuadra el primero y en el larguero el segundo, Fabián marcó el tercer tanto de España con un nuevo disparo desde la frontal del área. El muchacho está creciendo a pasos agigantados y está llamado a ser uno de los hombres de peso de la selección absoluta que viene.
Fabián, y el resto de jugadores, no bajaron el ritmo en la segunda mitad. Ceballos disfrutó de dos oportunidades claras en los primeros minutos y Fornals perdonó el cuarto ante una Polonia que ni estaba ni se la esperaba.
Lágrimas de Oyarzabal
Lo que tiene mala pinta es la lesión de tobillo de Oyarzabal. El futbolista se lastimó al intentar levantarse rápido en una acción y, pese a probarse sobre el verde, Mikel tuvo que marcharse del campo llorando y en camilla. Sus gestos al ser sustituido hacen que uno se aventure a escribir que podría haber dicho adiós al Europeo.
Sin el ‘txuri-urdin’ en acción llegó el cuarto de La Rojita… y qué cuarto gol. Dani Ceballos firmó uno de las dianas del encuentro tras ejecutar de forma maravillosa una falta directa. Engañó a Grabara y colocó la pelota en el palo largo. Mayoral, en la recta final, puso la manita final.’Chapeau’ para Luis de la Fuente, que con su revolución metió al equipo en semifinales del torneo y, a su vez, certificó el billete para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Jugando así España puede soñar con todo.