Imprescindible para Luis Enrique y para Ernesto Valverde, Iván Rakitic alcanzó los 200 partidos de azulgrana ayer ante la UD Las Palmas. El croata aterrizó en el Camp Nou procedente de un Ramón Sánchez Pizjuán que sigue idolatrando a un futbolista clave en los éxitos del club sevillista.
En Can Barça, su rol cambió. Es lo que tiene coincidir en un mismo equipo con Messi, Luis Suárez, Iniesta o Neymar Jr. El compromiso, la entrega, el trabajo, su llegada desde segunda línea o las ayudas en tareas defensivas, han hecho que Rakitic siga siendo un puntal del equipo culé desde 2014. A pesar de no asumir ese liderazgo que atesoraba en Nervión, el centrocampista continua mirando a la porteria rival: solo así se entiende que alcance la cifra de los 30 goles en sus (casi) cuatro campañas.
El más importante, en Berlín. Nada más arrancar la final de la Liga de Campeones ante la Juventus, aprovechó una magnífica asistencia de Iniesta para abrir el camino de una Champions muy merecida. El croata, con ese gol, siempre quedará ligado a la historia de un Barça qué, a pesar de las estrellas rutilantes de su plantilla, necesita jugadores de la talla del 4 ajedrezado. 200 y subiendo. ¡Felicidades!