El Barcelona silencia Stamford Bridge con una remontada que vale una final
Los goles de Bonmatí y Rolfö llevan a su equipo a la final del 25-M en San Mamés
El Barcelona jugará el 25 de mayo -en San Mamés, Bilbao- su quinta final de la Champions League después de remontar su semifinal ante el Chelsea. Después de ceder en la ida disputada en el Olímpico Lluís Companys (0-1), las azulgrana lograron silenciar Stamford Bridge gracias a un triunfo (0-2) certificado con los goles de Aitana y Rolfö.
Giráldez apostó de inicio por Bronze y Batlle para las bandas, subiendo a Rolfö al extremo y dejando en el banquillo a Mariona. Hayes, por su parte, contó con la baja de última hora por lesión de una Mayra que fue relevada por Macario. El choque arrancó con mucha intensidad e imprecisiones por parte de ambos equipos. El Barcelona intentó coger el timón en medio de la tormenta, si bien le costaba encontrar huecos en el entramado defensivo local. El Chelsea fue reculando metros con el paso de los minutos dejando todo a la suerte de la magia de James y la pegada de Macario en el plano ofensivo. Hubo que esperar 21 minutos para advertir el primer disparo a puerta del partido, firmado por Graham desde la frontal y atajado por Hampton en dos tiempos.
Gol y susto
Fue sólo un aviso para lo que vendría poco después. Un pase filtrado de Guijarro de muchos quilates para una Bonmatí que demostró por qué es la mejor jugadora del mundo. Aitana se revolvió, entró en el área y cruzó el balón que, tras tocar en Buchanan, entró en la jaula. Abierta la lata, comenzó el baile del Barcelona. Las azulgrana -hoy con la segunda equipación- embotelló al Chelsea en su área y jugó al frontón con disparos de Salma, Aitana y Rolfö. Las locales, heridas en su orgullo, se desquitaron con un balón al larguero de Leupolz tras una asistencia de James desde línea de fondo y con un voleón de Macario desde la frontal que Cata despejó a córner.
La reanudación, bajo el diluvio universal, trajo consigo un juego de ida y vuelta que no benefició al Barcelona, que volvió a tener una vida extra con el remate al palo de Nüsken, nuevamente tras asistencia de James desde línea de fondo. El Chelsea se quedó con una jugadora menos a la hora de juego por expulsión de Buchanan por doble amarilla en apenas cinco minutos, dos entradas a destiempo que cambiaban la cara del partido.
El Chelsea, con 10 desde la hora de juego
Los técnicos de ambos equipos movieron fichas desde el banquillo. Hayes metió en la partida a Reiten y Giráldez a Mariona. A falta de poco menos de 20 minutos para el final, la trencilla volvió a ser protagonista al señalar un penalti de Carter a Bonmatí. Un empujón que el VAR chequeó y que Rolfö transformó con elegancia.
l Chelsea intentó la heroica a la desesperada empujado por las 39.398 gargantas que empujaban desde la grada, pero el Barcelona tiró de experiencia, calidad y garra para leer a la perfección el momento y abrir el paraguas con el que consumir el crono hasta el pitido final.
El Barcelona ganó las finales de 2021 –ante el Chelsea– y 2023 –frente al Wolfsburgo– y cedió en las de 2019 y 2022 -ambas ante el Olympique Lyonnais-. Las azulgrana podrías sacarse esas espinas el próximo 25 de mayo si las ocho veces campeonas de Europa logran eliminar al PSG.