Leo Messi ha dejado muy claro que el fútbol es talento. El argentino, con 1,70 metros de estatura y un físico trabajado durante años, ha silenciado a los partidarios de alinear sólo a atletas sobre el césped. El 10 azulgrana es un genio: destroza récords, conquista galardones, títulos y maravilla constantemente a la grada. Por su parte, Óscar Melendo, de 1,68, ha encandilado a su afición con su gol en la ida de cuartos de final de la Copa. Está bajo los focos. El canterano avanza con paso firme en Primera división. Ambos son los héroes de sus aficiones y aspiran al pase a semifinales.
Salvando las distancias entre un jugador histórico como Messi y Melendo, los dos han tenido que esforzarse durante su formación futbolística en el gimnasio para brillar. Al argentino, en su etapa en Newell’s, se le detectó un déficit de hormonas del crecimiento. Tras diagnosticar y solventar el problema, la ascensión del atacante a la cima del planeta fútbol es incontestable. Actualmente, cuida como pocos su preparación física y su alimentación.
Descartado por bajito
Óscar Melendo también ha peleado para llegar a la élite. Y no ha sido un camino fácil para el catalán. El centrocampista, de hecho, fue descartado por el Sant Gabriel por su estatura, como él mismo recuerda. Pero el canterano no se amilanó. Su trabajo en el gimnasio para potenciar su tren inferior le permitió que su calidad explotara en el campo. Coleccionó los elogios de todos sus entrenadores en el fútbol base y, además, ha sido el único jugador que ha llegado al primer equipo tras pasar por todas las categorías inferiores.
Las suyas son historias de sacrificio. A un nivel radicalmente distinto de éxitos futbolísticos, pero con el compromiso y el esfuerzo como denominador común. Hoy se verán las caras en el Camp Nou a partir de las 21.30 horas. A sus respectivas aficiones ya las tienen ganadas y ahora su objetivo es conseguir el billete para las semifinales de la Copa del Rey.