Pau Gasol atiende a MARCA desde la habitación de un hotel en Oklahoma City. Ya viaja con los Blazers, pero aún está algo lejos de volver a las canchas. La recuperación va bien, pero a su ritmo. Es algo que de alguna manera le consume mientras vive el día a día, quizá también su cuenta atrás en el baloncesto activo y en una NBAen la que debutó tal día como hoy hace 18 años.
Lo más importante, su pie, su salud. ¿Cómo se encuentra?
Bien en líneas generales, recuperándome. Es un proceso lento, pero estoy trabajando cada día para acercarme a poder estar otra vez en la pista.
Le vimos con una pizarra en la mano en pretemporada y ya le hemos catalogado como futuro entrenador.
- Entiendo este juego periodístico y que me pregunten. También se lo preguntaron a Popovich. En este momento, debido a la lesión, no he podido estar en la pista y lo que intento es tener un impacto positivo en mis compañeros, transmitiendo conocimientos y experiencias que sirvan para el equipo. Quiero sentirme útil sin jugar. Si eso se traduce en un futuro como entrenador, no se sabe. Es algo que hace años pensaba que nunca me lo iba a plantear y sin embargo ahora creo que no se puede decir nunca. Está claro que para muchos jugadores que se retiran supone una forma de estar cerca de la pista. Después del jugador, el entrenador es la persona más cercana a lo que sentimos nosotros. Tiene cierto sentido, pero no me lo planteo. Simplemente, lo que antes decía jamás, ahora digo, tal vez.
- Pero eso es porque de joven los entrenadores le daban caña para que trabajara y ahora que ya se ha hecho mayor sabe que con trabajo se consigue todo y los entiende más.
- La verdad es que sí, [risas]. Puede ser. Lo único que intento es ser útil y aportar, y tener impacto positivo en el equipo. Lo demás es una anécdota.
- Yo le veía más en labores de gestión.
- Me gustaría tener un cambio de vida general y más flexibilidad para dedicarme a varias cosas distintas porque el trabajo de un entrenador es la vida del jugador, pero con más dedicación, con menos tiempo libre y echándole más horas. Eso me permitiría hacer menos cosas. Tengo muchísimas inquietudes y quiero tener tiempo.
- ¿Porqué Portland y no otro equipo? ¿Cómo se gestó el fichaje?
- Portland se mostró muy interesado y de una manera muy firme, sin dudas. Tuvo en cuenta mi situación y la posibilidad de fichar a un jugador que se estaba recuperando de una lesión muy complicada, lesión por la que algunos jugadores se retiran. A estas alturas de la película, había franquicias con interés pero con reservas sobre mi estado físico. En cambio Portland se mostró muy decidido. Era un equipo que también me había querido antes de firmar por San Antonio. Esa determinación y esa perseverancia, venían a decir: «Te queríamos hace tres años y te queremos también ahora». Eso me gustó y también que era un equipo que había llegado a las Finales del Oeste la temporada pasada. Están en una línea ascendente. Era un equipo muy joven en el que la presencia de un veterano podía aportar cosas. Por esas razones me decanté por Portland.
Cuando se acabe este libro, empezaremos otro y habrá buenas páginas»
- ¿Qué rol tendrá?
- Ya me gustaría saberlo. Primero la pregunta es: ¿Cuándo me incorporo? Y después de responder a esa pregunta el asunto será coger ritmo, buenas sensaciones, pasando etapas de restricción de minutos y de carga para ver cómo evoluciona mi presencia dentro del equipo. No me puedo adelantar al futuro. Lo primero es el presente, y lo primero siempre es la salud.
- Collins, Tolliver, Nurkic, Labissiere, Whiteshide… Muchos pívots, ¿no?
- Sí, pero también muchos lesionados. Lo de Nurkic parece que va para largo por esa fractura tan fea que tuvo la pasada temporada. Collins se acaba de dislocar el hombro. Ahora mismo sólo están Whiteshide, Tolliver y Labissiere. Si yo estuviera sano, estaría jugando minutos importantes y teniendo un papel claro.
- Fuente Marca.com