Nunca se podrá decir que Andrés Iniesta salió del Barça por la puerta de atrás. El club ha tratado al manchego como lo que es, una leyenda, y ha manejado con sumo cariño cada paso del de Fuentealbilla hasta su último minuto como jugador azulgrana. El acto de esta noche en el Camp Nou fue el penúltimo episodio. Un homenaje en el estadio barcelonista para el que reunieron, además de a la actual plantilla, a algunos de sus antiguos compañeros y entrenadores. Una constelación de estrellas que deja clara la magnitud del capitán azulgrana.
Por ahí pasaron Dani Alves, Samuel Eto’o Xavi Hernández, Radomir Antic, los hermanos Gasol, Jan Laporta, Estopa, los trabajadores de La Masía, familiares… en definitiva, gente que se ha cruzado por el camino de Iniesta a lo largo de estos años y que quería arroparle en una noche especialmente emotiva para el manchego, que en algunos momentos tuvo que luchar para contener las lágrimas. No faltó ni Emilio Butragueño en representación del Real Madrid, así como otros enviados por diferentes clubes de Primera.
Gratitud y consejos
Entre tanto amigo, no faltaron las muestras de cariño a Andrés. Hubo alguno que aprovechó su propia experiencia para darle algún consejo al capitán saliente. Fue el caso de Xavi, su predecesor en eso de llevar el brazalete. «Ya le he dicho en persona que, a partir de ahora, lo que tiene que hacer es disfrutar. A partir del domingo, cuando acabe el partido, se dará cuenta de toda la presión que ha soportado estos años. Se dará cuenta de que es una leyenda, de que le respetan en todos lados. Se lo ha ganado», explicó.