El Espanyol ha anunciado este jueves por la mañana, a las 10.30 horas, el fichaje de Raúl de Tomás, tras no poder hacerlo el miércoles por la noche por temas burocráticos. El delantero, procedente del Benfica y de 25 años, firma hasta 2026 y llega para solucionar la falta de gol que atraviesa el equipo. Los blanquiazules pagan 20 millones, más 2 en variables, por la incorporación del atacante aunque el Benfica se quedará un 20% sobre una futura venta. La entidad lo anunció a través de las redes sociales, en una cadena de tres mensajes con una letra del nombre que luce en su camiseta RDT.
El futbolista ha pasado esta mañana la pertinente revisión médica, se ejercitará con sus compañeros y será presentado a las 16.30 horas en el RCDE Stadium. Raúl de Tomás era un deseo de la Dirección deportiva desde hacía varias temporadas y se había convertido en el primer candidato en este mercado de enero.
La negociación no ha sido fácil porque hubo más clubes interesados, como el Sevilla, y el Benfica no quería desprenderse de él hasta que encontrase un sustituto. Finalmente, todo se desencalló en la madrugada del miércoles y el jugador ya es oficialmente periquito. Ya el verano pasado, el Espanyol pensó en el atacante para suplir a Borja Iglesias, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.
Fichaje más caro
El madrileño se convierte en el fichaje más caro de la historia de la entidad. Hasta ahora, el ránking lo formaban el Monito Vargas, con 10,5, Borja Iglesias, 10, Darder, 8, y Baptistao, 7. Curiosamente, todos han llegado conChen Yansheng en la presidencia de la entidad.
De Tomás se formó en las categorías inferiores del Real Madrid, donde fue reconvertido de mediocentro a delantero. Llegó al Castilla en 2012 y debutó con el primer equipo en Copa en 2014 contra el Cornellà. En los últimos años, su carrera ha estado marcada por las cesiones. Córdoba, Valladolid y Rayo fueron sus destinos antes de recalar, el pasado verano, en el Benfica por una cifra que rondaba también los 20 millones.
En el bloque luso, no obstante, no ha tenido el protagonismo que pensaba. Sólo ha participado en siete encuentros de la liga y en cuatro de la fase de grupos de la Champions. Y ha celebrado un único gol, contra el Zenit. A sus 25 años llega al Espanyol con ganas de reivindicarse y de encontrar la regularidad necesaria.