RdT está dispuesto a hacer historia en el Espanyol y en LaLiga. El madrileño sale a gol por partido. Desde que llegó al RCDE Stadium ha marcado en todos los compromisos, uno de Copa, contra el San Sebastián de los Reyes, y cuatro de LaLiga, contra Villarreal, Athletic, Granada y Mallorca. Fue el fichaje más caro de la historia de la entidad, 20 millones pagó este pasado enero Chen Yansheng, pero, de momento, la inversión le está saliendo rentable.
De cabeza, de penalti, con el pie… RdT está acostumbrando a los aficionados a aparecer siempre. Este domingo dio el susto, al retirarse a la banda en la segunda mitad, pero sólo se iba a cambiar las botas. Fue la antesala del tanto, aunque lo hizo con la testa a pase de Darder.
«Estaba marcando pero no servía para lograr una victoria. Tengo la suerte de que hoy ha valido para ganar. Ojalá pueda seguir haciendo dianas y que valga para la victoria», explicó tras el encuentro el nuevo ídolo blanquiazul.
RdT se está convirtiendo en una de las sensaciones de LaLiga. Ya ha dejado claro que no le pesa la responsabilidad. Al revés. Pero también ha advertido de que será una carrera de largo fondo. «Son sólo tres puntos porque la semana que viene tenemos otra final contra el Sevilla. Debemos intentar sumar. El triunfo alimenta para seguir, pero va a ser así todo el curso, es lo que toca y hay que asumirlo», aseguró.
Portería a cero
Una de las obsesiones de Abelardo desde que llegó al Espanyol a finales de diciembre era terminar con la sangría de goles en contra. Contra el Mallorca, el equipo dejó por primera vez la meta a cero con el asturiano.Desde la victoria contra el Levante, a finales de octubre, el conjunto periquito no cerraba un partido con la meta sin perforar. Los catalanes han encajado 40 dianas.
Además, la mejora del bloque desde la llegada de Abelardo es más que significativa. Los periquitos suman 8 de 15. Por otro lado, lograron el primer triunfo en casa del curso. «Si te haces fuerte en tu estadio, la salvación está asegurada. Es importante ganar a rivales directos y ver que la barrera con la salvación no es tan grande», afirmó Dídac Vilà.