Adiós al padrino de Messi y al hombre que le devolvió la sonrisa al Barça
El fútbol llora con el adiós de la mayor sonrisa que ha dado este deporte. La retirada de Ronaldinho, con 37 años, pone fin a un futbolista tremendo. Un auténtico mago de la pelota que levantó de sus asientos a todos lo aficionados, incluidos los del eterno rival de su querido Barcelona, el Real Madrid. Se va pero nos deja una enorme pila de golazos para el recuerdo y el mejor de sus legados, Leo Messi.
El argentino debutó con el primer equipo un 16 de octubre de 2004 contra el Espanyol en un Barça donde la estrella indiscutible era Ronaldinho. El joven rosarino jugaría seis partidos más en aquel equipo entrenador por Frank Rijkaardy, en el último de ellos, un 1 de mayo de 2005 contra el Albacete, el brasileño le dio la alternativa. Messi entró al campo por Etoo en el minuto 87 y ya en el 89 metió un gol que finamente fue anulado por fuera de juego. No fue ese sino el que logró un minuto después en el que se convertiría en un gol para la historia, el primero del argentino con el Barça. Y la asistencia, magistral como siempre, fue de su padrino, Ronaldinho.