El Barcelona hará muy pocos movimientos en este mercado de invierno. Todo apunta a que serán dos: la ya concretada salida de Carles Aleñá y la posible cesión de Todibo. Pero puede haber algún cambio más en el equipo. La medular culé ha sido este curso la línea más poblada, de ahí la marcha del catalán, pero esta operación unida a varios condicionantes más del vestuario de Ernesto Valverde pueden suponer que Riqui Puig adquiera el protagonismo que lleva tiempo reclamando.
La salida de Aleñá, la lesión de Arthur y el incierto momento de Arturo Vidal, al que le puede pasar factura su aireado malestar por no ser un fijo en el once y su denuncia al club por el impago de unas primas, permiten albergar esperanzas a Riqui Puig para dar de nuevo el salto al primer equipo. El curso pasado, el menudo centrocampista participó en tres encuentros: contra el Huesca y el Celta de Vigo en LaLiga y contra La Cultural Leonesa en la Copa del Rey. Este año, el tapón generado por el exceso de jugadores que hay en la medular le han impedido tener continuidad. Pero el nuevo escenario que tiene el primer equipo culé en las próximas semanas puede abrirle las puertas del Camp Nou.
Riqui Puig tiene, sobre todo, opciones mientras Arthur siga lesionado, y el brasileño no estará recuperado de sus molestias en el pubis hasta después de la Supercopa. El catalán podría, por lo tanto, desplazarse incluso a Arabia Saudita. No hay nada descartado aún.
De todas formas, Riqui Puig, uno de los jugadores con mayor proyección y talento de la cantera culé, tiene difícil tener minutos. Busquets, De Jong, Rakitic y el polivalente Sergi Roberto están por delante de él. También Arturo Vidal, aunque la situación del chileno es una incógnita tras sus quejas y la denuncia.
El canterano lleva tiempo reclamado un sitio en el primer equipo. «Si no tengo ningún minuto arriba, tendré que tomar una decisión», ha comentado. Desde el club, le piden paciencia. Tal vez haya llegado su momento.