Eran poco más de la seis de la tarde. Vicente del Bosque estaba siendo entrevistado en Radio MARCA con la vista puesta en el Mundial de Brasil. Entonces llegó la noticia que todas la redacciones sabían que estaba cerca, pero que nadie quería asumir.
El Barcelona comunicaba la muerte de Tito Vilanova, su entrenador tras la marcha de Pep Guardiola en 2012. A los 45 años de edad, y tras dos años y medio de lucha contra un cáncer de glándula parótida, Tito llevaba una semana ingresado en la clínica Quirón de Barcelona y fue operado este jueves de una obstrucción en el estómago. «El club quiere expresar el pésame a su familia, con la que comparte estos momentos de dolor, juntamente con los socios, aficionados del FC Barcelona y todo el mundo del fútbol y del deporte», rezaba el comunicado de la entidad azulgrana.
Hoy se cumplen seis años de aquel 25 de abril de 2014. La desaparición de Tito causó un hondo pesar en un club que le había visto crecer al lado de Pep en la época de oro de la entidad azulgrana por títulos y manera de conseguirlos. Él fue el continuador de un legado al que aportó el título de Liga de 2013.
Los primeros síntomas de la enfermedad dieron la cara antes de que se pusiera al frente del primer equipo en el verano de 2012, concretamente a finales de 2011. Una operación pareció acabar con el problema. Pero antes de la Navidad de su primera temporada al frente de Barça una recaída hizo que tuviera que parar. Los cuatro capitanes del Barça (Puyol, Xavi, Iniesta y Víctor Valdés) comparecieron en la sala de prensa para representar a la plantilla en la rueda de prensa en la que Sandro Rosell y Andoni Zubizarreta anunciaban que Jordi Roura tomaba el relevo. Aún así, el Barcelona completó la mejor primera vuelta de la historia de la Liga española (18 victorias y un empate en 19 partidos).
Tiro se reincorporó al el 2 de abril de 2013 tras tratarse en Nueva York. La Liga la ganó el Barcelona y él ganó el trofeo MARCA al mejor entrenador, el Miguel Muñoz.
Pero la enfermedad no iba bien. El 19 de julio, Sandro Rosell volvió a comparecer ante la prensa: «Es una noticia que nunca en mi vida hubiera querido dar. Después de evaluar los resultados de las pruebas rutinarias y de seguimiento a Tito Vilanova, se le ha presentado la opción de poder realizar un tratamiento para seguir controlando su enfermedad que le hará incompatible poder desarrollar la responsabilidad de ser el primer entrenador del primer equipo de fútbol». Pocos días después llegaba desde Argentina el ‘Tata’ Martino. Esa temporada el Barça sólo ganó la Supercopa de España.
La muerte de Tito provocó un alud de reacciones y el Barcelona se volcó para tributarle un gran homenaje.