El Barcelona pagó muy caro el empate cosechado en San Paolo ante el Nápoles. El equipo azulgrana se marchó de Italia con dos jugadores sancionados y uno lesionado. Siguen los problemas para Quique Setién, que cada vez dispone de menos recursos para hacer sus alineaciones. Sergio Busquets llegaba al partido contra el Nápoles apercibido de sanción. A pesar de que el catalán se esmeró en evitarla, terminó viendo la cartulina amarilla y no podrá disputar el segundo asalto, en el Camp Nou.
Más delito tiene lo de Arturo Vidal, que vio dos cartulinas en la misma jugada. El chileno llegó a la recta final del encuentro pasado de revoluciones, quizás espoleado por los cánticos y los abucheos que San Paolo le dedicó durante toda la noche por su pasado juventino. Así, lo que tendría que haberse zanjado con una cartulina amarilla por una falta fea a Mário Rui, se convirtió en una expulsión en toda regla. Después de la entrada, el chileno se encaró con Mário Rui y se puso a protestar airadamente al árbitro. Eso le costó la segunda cartulina.
Las dos sanciones dejan al Barcelona en una situación delicada de cara al partido de vuelta. Quique Setién, que confía en recuperar a Jordi Alba y Sergi Roberto para la vuelta, pierde a dos jugadores de gran importancia en sus planes. El catalán es un fijo en las alineaciones, mientras que Arturo Vidal estaba consiguiendo hacerse un hueco como titular. El centro del campo culé se resentirá para ese encuentro y Setién deberá elegir entre Rakitic o De Jong para ocupar el puesto de mediocentro defensivo.
Las malas noticias no llegan solas. Los culés también pierden a Gerard Piqué. El central se retiró lesionado del tobillo y su presencia en el Clásico, el próximo domingo en el Santiago Bernabéu, está en el aire. Viendo cómo abandonó el terreno de juego, parece difícil que esté en Chamartín.
«Esto ya lo sabían los responsables»
Así las cosas, Setién tendrá que tirar de Umtiti y Lenglet para el duelo contra los merengues. Son los únicos centrales con ficha del primer equipo disponibles a día de hoy. Esto evidencia los problemas que sufre el Barça por su planificación deportiva. Algo que el propio Busquets denunció en la zona mixta de San Paolo. «No tenemos una plantilla amplia porque, desgraciadamente, la planificación ha sido así», apuntó.
Rakitic también reconoció que los efectivos del grupo son limitados debido a la planificación: «Esto ya lo sabían los responsables. La solución es la que es. Los que estamos vamos a juntar nuestras fuerzas porque tenemos un partido muy importante en la vuelta».