La Selección Española merece una pausa y un análisis tras el estrepitoso fallo en el Mundial de Rusia. Luis Rubiales cree que ha llegado el momento de parar, pensar y mirar hacia adelante sin dar más vueltas a lo pasado a tres días del inicio de la cita rusa. El fútbol no admite tiempos muertos, pero la selección, una vez terminada una gran competición, siempre abre un paréntesis para meditar y tomar decisiones, que deben ser claves y que no deben dar la espalda a lo que piensa la afición, nada contenta con la gestión y con el nivel de algunos jugadores.
No serán muchos días. A finales de esta semana el presidente de la Federación y sus directivos esperan tomar la decisión del elegido para sustituir a Fernando Hierro al frente del banquillo de la selección de España, pero la reflexión debe ir más allá de la de un nombre sin más. Está en duda un estilo , una manera de entender el fútbol y también de asumir que los grandes jugadores que hicieron a este país campeón del mundo no están o están lejos de su mejor momento.
Escuchar a todos
Antes de la toma de la decisión, Rubiales tiene previsto hablar, reunirse con sus directivos y escuchar todas las voces que forman el fútbol español. La idea es que el nuevo técnico sea joven, sin contrato en vigor y, por supuesto, español. No quiere alejarse de esa tendencia impuesta por Villar desde hace tres décadasy la búsqueda se limita al mercado español.
Los nombres de los que se están hablando se reducen a tres opciones a día de hoy. Michel, Luis Enrique y Quique Sánchez Flores son los técnicos valoradosdesde dentro de la Federación española. Los tres cumplen los requisitos, aunque la decisión no está tomada todavía.
Por el momento y salvo que Hierro diga lo contrario, el malagueño retornará a su puesto de director deportivo. El todavía entrenador de España también está en esa fase de pensar en la mejor solución posible y en su cabeza está la decisión de continuar o no trabajando en la Federación.