Una gran España congela a Haaland
Gobernada de forma impecable por Rodri y Fabián Ruiz la selección se clasifica para la Eurocopa tras un partido decidido por un gol de Gavi en la segunda parte
España congeló a la pandilla de Haaland para llegar a la Eurocopa de Alemania. Antes esto se celebraba con fiestas en las plazas. Ahora, en tiempos globales, el fútbol es como una marca de refrescos y se da por hecho que los grandes van a estar en los mejores escaparates. El billete se sacó de la mejor manera, con un partido completo en el que Rodri y Fabián aburrieron a los noruegos. De la Fuente, con una legislatura de montaña rusa, se puede apretar la insignia.
El confeti se retrasó hasta la segunda mitad. España mandaba en todo menos en el resultado. La coalición de Morata con el VAR dio emoción por dos veces al encuentro. En una salió cruz, en otra, cara, y terminó con gol válido de Gavi. La justicia se encuentra en este fútbol en pinganillos, garitas y a veces en el césped.
La mejor manera de anular las ganas de cenar de Haaland o de disecar las ocurrencias de la pierna izquierda de Odegaard era evitar que tocaran el balón. A eso se aplicó España desde el primer segundo del encuentro. En la misión brillaba la pareja Rodri-Fabián Ruiz, gobernadores en Oslo del esférico. Con ellos en la comandancia apareció una versión solvente de la selección española, con autoridad, llegada y personalidad.
De la Fuente sorprendió con la titularidad de Ansu Fati, al que cualquier minuto le viene bien para recuperar la versión relámpago con la que impactó en el fútbol internacional. Se escoró a la izquierda y no encontró vía libre en la defensa noruega.
El gol anulado
A España sólo Le faltaba el gol y llegó en versión moderna, con celebración interruptus. A un delantero centro, Morata en este suceso, no se le puede pedir que inicie negociaciones cuando hay un balón suelto a diez centímetros de la línea de meta. Lo que era un gol claro en propia puerta de Strandberg se convirtió en tanto anulado a Morata, que estaba en fuera de juego en el nacimiento de la acción.
A Morata se le quedó temperatura de Oslo cuando llegó la anulación. Hizo lo que cualquier delantero centro desde niño. En la otra trinchera hibernaba Haaland, que habría reaccionado igual con una opción así. Para el guerrero del City el reglamento del fútbol se reduce al capítulo en el que se habla del gol. Lo demás es cháchara. Con un prototipo así es normal que se examine a los defensas que se le oponen.
Le Normand fue su pegamento y lo pagó con una amarilla por intentar sujetar una arrancada del camión con el número ‘9’. Para la selección local era un premio llegar al reposo sin una herida en el marcador.
Paso a Sorloth
De la Fuente analizó la hoja de servicios y cambió a Le Normand y Ansu por David García y Oyarzabal. En una jugada con rebotes, fueras de juego antiguos y modernos y disparos desde varias zonas fue Gavi el que cantó bingo. Noruega, fuera de la circulación europea, se acordó de Sorloth para sumar otro pívot al ataque.
Faltaba el broche de otro gol a un buen partido. Morata aparecía en todos sitios, con tarjeta innecesaria incluida. Haaland veía desde lejos lo mal que se pasa cuando no se toca el balón. El tiburón faltó al Mundial y la Eurocopa se le aleja. España ya está en su sitio, en otra gran competición. Eligió una buena manera de llegar. De la Fuente pedía inspiración divina y la encontró.