La Volta surca las carreteras catalanas durante la presente semana. Nuestra carrera ocupa la tercera posición, a nivel histórico, en el mundo del ciclismo. Sólo el Tour de Francia y el Giro de Italia superan, en ediciones, a la Volta. Se trata de un dato que añade prestigio a la competición y que valora el trabajo y el esfuerzo desinteresado de tantas y tantas personas que elaboran y perfilan tanto el aspecto deportivo como el logístico de la Volta. La Volta 2016 presume de un plus especial, ya que congrega a la mejor participación posible. El elenco de profesionales es excepcional, con todas las estrellas de este apasionante deporte. Contador, Aru, Froome, Richi Porte y Purito Rodriguez, entre otros, realzan una prueba de primerísimo nivel. Sólo echamos en falta a Alejandro Valverde y a Mikel Landa, también figuras rutilantes, que han optado por un calendario alternativo, en este arranque de temporada.
A nivel de recorrido, las dos etapas de montaña, con llegadas a La Molina y a Port Ainé, determinarán, con absoluta seguridad, el ganador de La Volta. A nivel crítico, considero que una prueba de estas características, con siete etapas, debería añadir una jornada de contrarreloj individual, que equilibrara el recorrido, de manera que el vencedor resultara el ciclista más completo y no, únicamente, el mejor escalador. Aún así, larga vida a La Volta, una de las competiciones más prestigiosas del deporte catalán.